Zagora, la puerta del Sahara, te espera a los pies del Atlas, a 350 km al sureste de Marrakech.
Enmarcada por un paisaje de palmerales infinitos y suaves dunas, esta ciudad se alza en el fértil valle del Draa, un lugar cargado de historia y autenticidad. Antiguo punto de paso obligado para las caravanas que cruzaban el desierto, Zagora conserva ese espíritu viajero en su arquitectura tradicional, el inconfundible aroma a especias, su deliciosa gastronomía y la vitalidad de sus zocos.
Rodeada por uno de los mayores oasis de Marruecos, Zagora es el enclave perfecto para iniciar una aventura por el desierto. Con la guía de expertos locales, es posible adentrarse en un mundo de dunas doradas y arenas brillantes, donde el tiempo se detiene. Silencio, paz, cielos estrellados y atardeceres de postal dan vida a una experiencia mágica que parece sacada de un sueño.
Pero Zagora es mucho más que desierto. Desde aquí parten rutas hacia antiguas fortalezas, frondosos palmerales y pequeñas aldeas donde la vida sigue su curso con serenidad. Allí, entre la recogida de dátiles, el lavado en los ríos y la búsqueda diaria de agua, los visitantes descubren la verdadera esencia de Marruecos: un país lleno de contrastes, hospitalidad y alma. ¿Te animas a conocer Zagora?